
Comenzaba la tarde con el tradicional minuto de silencio en recuerdo a la muerte de la figura de Manuel Rodriguez «Manolete» en una tarde con ambiente y ganas de disfrutar de la primera tarde de toros de la feria de San Agustín de Linares.
Abría la tarde el rejoneador Diego Ventura, quien en su primer toro estuvo en su línea a pesar de que no le ayudó mucho y tras fallar con el rejón de muerte solo obtuvo ovación, en una faena que puedo haber sido de dos orejas. En su segundo estuvo tan arrollador que desplegó un amplio y variado toreo a caballo. Tanto fue así que a mitad de faena le quitó el cabezal a su caballo y puso banderillas a dos manos sin riendas, lo cual hizo vibrar al público. Mató de un gran rejonazo y el público no dudó en pedirle las dos orejas.
En el turno de toreo a pie, continuaba la tarde el torero linarense Curro Díaz, quien ha sorteado un primer toro con muchas teclas, intentando defenderse. Curro intentó hacerle faena y entenderlo. Labor meritoria la del torero local. El público pidió con insistencia la oreja que fue concedida. El segundo de su lote fue un toro muy deslucido, sin fuerza y desclasado, el linarense intentó hacer su labor pero el toro no duró nada. Obtuvo otra oreja.
Sustituía a El Fandi, el extremeño Ginés Marín. En el primero de su lote intentó hacer faena a otro toro deslucido y la faena no tomó el vuelo que debió y su labor quedó en palmas del respetable. El segundo de su lote, un toro con poca fuerza, estuvo muy firme y cuando el toro se fue hacia las tablas, consiguió sacarle tandas con mucha raza en el terreno de las cercanías y su labor fue premiada con una oreja.
Plaza de toros de Linares (Jaén). Toros de Ruferser (rejones) y La Palmosilla.
Diego Ventura: Ovación y dos orejas.
Curro Díaz: Oreja y oreja.
Ginés Marín: Palmas y oreja.